Este mercado, queda afectado por cualquier cosa que pase en el mundo, no tiene por qué ser en su propio país, o en su propia empresa, sino que si hay un rumor o noticia favorable (o desfavorable) va a afectar directamente en su valor de cotización.
Un buen amigo mío, profesor de macroeconomía, me dijo una vez: "Imagina que inviertes 20 euros, ¿qué te afectaría más? ¿Ganar dos o perder dos?" y yo, como supongo que pensaría cualquier otro, contesté "Perder dos"
Las personas, seres considerados como irracionales en algunos sentidos, no nos alegramos por haber tenido un beneficio, sino que nos enfadamos, y mucha más, por perder, aunque sea en la misma cuantía. Por eso, en mi opinión, cualquiera que quiera entrar en la bolsa, debería hacerse una pregunta:
¿Hasta cuánto estás dispuesto a perder? No inviertas nunca más de lo que estás dispuesto a perder, porque la bolsa (también hay otros mercados, pero la bolsa en especial ) es un mercado con una parte aleatoria (impredecible) demasiado importante, y como diría Seneca, "La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy".
Ana Chacorrén
JE-SIC
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